sábado, 7 de junio de 2014

Rayuela

Agarro una tiza de color rosa
como las nubes cuando el sol da las buenas noches

Primero dibujo la tierra
(con flores como las que pongo al lado de tu foto),

Después los casilleros. El primero sale feo. Pongo el uno. ¿Te acordás cuando me enseñabas los números?

2, 3, 4,
5, 6, 7,
8, 9, 10

Llega el turno de hacer el cielo. Lo hago con letras grandes para que no te pierdas; lo hago de color celeste y en letra cursiva aunque la mía no sea tan linda como la tuya

Y empiezo.
Tiro una piedra, cae en el 3. Salto, salto, salto; pierdo el equilibrio pero lo recupero. Pienso en las cosas buenas también, las que igualan la balanza.
SI! Pude! Que feliz me siento!

Tiro otra vez la misma piedra. 5. Salto, salto, salto... me caigo y lloro porque me raspé las rodillas cuando golpearon el piso. Me acuerdo cuando ese dolor era el único que sentía

Y me acuerdo de vos y me da la melancolía
te quiero abrazar
Y quiero enseñarte esa canción que yo tocaba en la guitarra
Y quiero decirte que el mundo no estaba perdido, que vos tenías tu lugar,
Y que aún lo tenés, en mi corazón

Te pienso.
Es tan fuerte el recuerdo que me agarra de la mano y me levanta, me sacude el polvo, me seca las lágrimas y me dice que siga. Yo sigo porque te amo y amo que te preocupes por mi

Tiro, cae en el ocho. Cada salto que hago requiere más esfuerzo porque me duelen los raspones y el alma. Estoy tan cerca tuyo que ya siento tu perfume.
Y yo intento seguir pero no llego, me duele mucho... quedo en el siete.

De nuevo te pienso. Esta vez el recuerdo es tan tan tan fuerte que me cose unas alas de plumas suaves y me enseña a volar
volar para que no juegue más,
para que no tenga que saltar del uno al diez
y no me caiga y no me lastime y no llore
No más llanto

Y llego.

Llego al cielo. Ese cielo azul, tan grande como infinitas infinidades de amor
Y te veo con una sonrisa que ilumina toda mi vida
Corro hacia vos para que me abraces y me consueles
Y te escucho cantar esa canción de pinocho y el espantapájaros que a mi tanto me gustaba de chiquita y de chiquita grande

Te amo todo lo que en dieciséis años no te supe amar y lo que en la vida entera me va a faltar hacerlo.. Vos sabés que es así y me perdonás

tomamos un té, leemos un cuento, por fin estamos juntas

Y esta rayuela llega a su fin.



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